Sean conscientes de la importancia de educar y de la carrera que eligieron. Por nuestras
aulas pasan miles de niños y niñas y detrás de ellos están sus familias, que ponen su confianza
en nosotros.
La sociedad se construye día a día, y nuestros estudiantes son parte de ella, y también la
van construyendo. Tenemos en nuestras manos una responsabilidad inmensa. Los frutos
reales no los veremos de forma inmediata, pero debemos estar conscientes de que está en
nuestro poder aportar al desarrollo de nuestra sociedad. Lo que sucede dentro del aula no
es tiempo para perder, no es espacio para improvisar, no es un juego. Necesitamos estar
en constante perfeccionamiento y buscando las maneras de hacer de nuestras aulas de
clases un lugar de aprendizajes.